Magníficas tus quimeras
Pretenciosas, comprensivas
Mitigantes, filosóficas
Sutiles y armoniosas.
Piel desnuda y sin premura;
Táctil y silenciosa,
Penetrante en lo infinito,
Delicada y sin censura.
Delicias que derriten
Tul labios sobre mis piernas,
Fascinante y a la vez nefasto
Como tus manos en mis caderas.
Hadas verdes revolotean
Como después de un sorbo de Ajenjo,
Estrellas fulminantes y cegadoras
Dilatan mis pupilas.
Besos agridulces recorren mi cuerpo,
Emanando seducción,
Que transforma la atmosfera
En burbujas de dulzura.
Y en instantes…
Dos cuerpos ya eran uno,
Fundidos entre pasiones
Jugaban una batalla.
Como Venus y Marte
Dioses del Amor y la Guerra,
Amantes de lo prohibido
Dualidades en fusión.
Dos caminos diferentes
Dirigidos hacia un solo destino,
Fuerza y delicadeza
Dolor y pretensión.
Corazones de manzano
Uno rojo y otro verde
Diferentes…
Pero complementarios.
Eternos sinónimos
En copula mundi,
Como polvo de oro
Que cae en el Santo Grial,
Para un susurro de lo etéreo.
Danae - Gustav Klimt |
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