Que mas puede pedir un poeta ya que la noche triste le da todo. Un beso en la obscuridad acompañado de vino tinto, sabor de pasiones, ideas incompletas...

jueves, 26 de enero de 2012

En ese pueblo, en ese chico...

En ese pequeño lugar en donde solo hay recuerdo de un pasado que sigue atormentando almas como las nuestras. Cómo entender qué lo que paso ya no esta, y que no debe de importar ni lo mas mínimo ya que eso es pasado y  como tal ahí se debe de quedar; enterrado ante dos mil metros de profundidad, en la oscuridad y el vació para que se desintegre y se pierda de esta existencia, así como el amor que una vez le tuve a aquel chico de cabello rizado, al de la barrbilla pronunciada y el de los acorazonados labios. A ese, al que me rompió el corazón hace tanto tiempo y que por egoísmos no lo he podido superar. Hombres me han sobrado, de aquí y de allá, bellos y en cierto caso un tanto obscenos pero no me han importado por que ese maldito recuerdo sigue intacto; vivo.
Observo que aún sigo esperando con ansias regresar a aquella villa donde lo conocí, llegar y buscar ante tanto cielo ese cuerpo que ya logre olvidar, decirle lo mucho que lo odio, pero también decirle lo mucho que lo extraño, mucho, mucho, mucho.... Mucho tiempo... 
Tiempo es el que no me basta para entender tanto conflicto existencial que pasa por mis neuronas, todas quemadas por tanto humo de olvido e imágenes suyas, digo "suyas" por que ya se que son dos; dos almas que perduran ante la nada. 
Dime que ve, dime que entiende, dime lo que no debo de saber, lo que no debo de enterarme, todo eso que me hace daño y que sigue colgado en el tiempo. Dime tan solo una cosa para así olvidarlo y tirar ese recuerdo vago de mi memoria. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario