Que mas puede pedir un poeta ya que la noche triste le da todo. Un beso en la obscuridad acompañado de vino tinto, sabor de pasiones, ideas incompletas...

jueves, 26 de abril de 2012

Dos flores para cinco tazas.

Sin vigilia no hay temor de no serlo, porque si evocara tanta sutileza al nombrar dicha palabra, omitiría lo que en un principio dejó de ser; todo cuanta idea debe ser caótica:  su naturaleza tiene que confundir, para así evocar en el otro una intriga por encontrar la verdad; la cual deberá entender que aquello a lo que cree verdad serán falacias para sus convicciones. No cree que huirá de dicha amargura, ya que será confundido por las querellas de miles de hombres que se hunden con sus pensamientos totalitarios. Quizás sepa que no existe camino que lo lleve a un estado fantástico, quizás sea un sueño de lo estética que es esta realidad: idea de principio a fin, entre fractales y flores, que como cristales brillan sobre la transparente capa de agua dejando ver todo aquello a lo que negó, entendiendo que dicha existencia vale mas que una nada terrestre; porque el ser no es nada... es todo.


26/04/2012
02:47 a.m.

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