Ayer fue San Valentin; nada relevante: el mismo entorno, las mismas cosas, las mismas personas; ideas sin destino que trascienden por ninguna parte. He olvidado escuchar mi canción preferida.... Me gusta bailar, me recuerda que hay esperanza de nuevas cosas y que mi tiempo en soledad va a terminar, todas ellas se terminaran, incluso el amor, si; el amor, ese que desde hace tiempo lo estoy buscando y que por alguna razón me ignora, me tiene perdida entre millones de ilusiones que corren por ahí, entre la lluvia y su neblina azul, entre las calles de una triste ciudad en la que hombres perdidos divagan y se comen mutuamente; malditos, no saben vivir... bueno, me pregunto ¿quizás yo se vivir? porque no lo ciento, no ciento desde hace un tiempo, me he hundido en tanta arrogancia de mierda. No estoy donde quisiera estar: lejos, tan lejos cómo sea posible; libre para poder vagar pos selvas lejanas; libre para poder ser lo que soy... Amar de tal manera que mi propia esencia pueda volar, qué mi cuerpo se sienta uno con el todo y qué mi alma llegue a ser feliz, para poder gritar: ¡hola San Valentin!
No hay comentarios:
Publicar un comentario